La Asociación de Empresarias de Salamanca (AESAL), integrada en CEOE CEPYME Salamanca, conmemora su 25 aniversario celebrando el camino recorrido por las mujeres que, desde el año 2000, han transformado el mapa empresarial salmantino desde el esfuerzo, la unión y la determinación.

AESAL nació con un propósito claro: visibilizar y fortalecer el papel de las mujeres en un entorno empresarial dominado por figuras masculinas. Hoy, 25 años después, el crecimiento de la asociación —que ha multiplicado por siete su número de asociadas— es testimonio de esa lucha compartida y del orgullo de haberlo hecho juntas.

Un brindis entre generaciones

Los actos conmemorativos comenzarán el viernes 30 de mayo con una jornada de convivencia entre empresarias en la localidad vallisoletana de Rueda, que incluirá una visita a la bodega Mocén. Será una jornada para compartir, reencontrarse y seguir tejiendo alianzas entre mujeres de distintos sectores y generaciones.

El momento central llegará el miércoles 5 de junio, en un espacio con tanto simbolismo como el DA2 (Domus Artium 2002), donde el pasado y el presente de AESAL se darán la mano. Las actuales asociadas se reunirán con las fundadoras para revivir el origen de esta historia compartida, en un acto que incluirá un homenaje institucional, la proyección de un emotivo vídeo conmemorativo y una actuación musical sorpresa.

Orgullo de lo logrado, impulso hacia lo que viene

Desde su creación, el 6 de junio del año 2000, AESAL ha acompañado a mujeres al frente de empresas —en su mayoría autónomas y de carácter familiar— ofreciendo formación, respaldo y un espacio común desde el que avanzar. La asociación participa activamente en comisiones de trabajo a nivel local y regional, defendiendo con firmeza el papel de la mujer empresaria en todos los ámbitos económicos y sociales.

AESAL celebra este aniversario con la misma vocación con la que nació: reconocer a las pioneras, apoyar a las actuales y abrir camino a las futuras. Porque detrás de cada proyecto, de cada negocio y de cada nombre propio, hay una historia de valentía que merece ser contada.